Cuando somos apretados con pruebas y con dificultades, entonces sale lo que verdaderamente esta dentro de nosotros. Eso puede ser bueno o puede ser malo. Cuando viene la prueba y no estamos confiando en Dios, entonces sale temor y preocupación y nos acobardamos y empezamos a depender mas en las cosas de este mundo. Pero cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón y viene la prueba entonces sale algo que nunca había salido antes. Sale algo más grande. Sale nuestra adoración como nunca había salido. Sale nuestra fe como nunca había salido. Y sale una paz que sobrepasa el entendimiento. Dios aun nos pudiera enviar al inferno y nosotros allí le pudiéramos adorar porque nuestro amor por él crece con la prueba. Como Jesus, cuando fue crucificado y fue el infierno, él comenzó a predicar y adorar a Dios aun en el inferno. Así que no importa qué pase en este día. Adoremos a Dios y que nuestro amor por el crezca y se aumente con cada dolor y con cada dificultad!
(RVR60) 1 Pedro 3.18–19 — 18. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19. en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
Dirigido por el espíritu - 52-0727
Y si muriera esta noche y subiera ante Sus puertas, y Él dijera: "Estás condenado", y ahora, Él me envié al infierno, y estaría en el infierno, levantaría mis manos y diría: "Justo y verdadero eres Tú, oh Dios". ¿Ven? Lo alabaría si estuviera en tormento, porque Él es real. Y todo lo que hace, es correcto. Así es. Ahora, estamos para encontrar la voluntad de Dios.
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Dios se interesa en nuestros deseos, especialmente cuando nos interesamos en el.
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