Vamos a Fallar Aveces

Muchas veces cuando somos probados, vamos a fallar.  Eso es algo que Dios ya sabe.   Nuestra fe aveces va a fallar. Nosotros vamos a debilitarnos.  Vamos hacer cosas que no queríamos hacer, pero Dios no nos rechaza por eso. Y eso no quita el amor de Dios por nosotros. Dios sabe que no vamos a poder pasar todas las pruebas la primera ves.  Pero el sabe que si seguimos tratando, y ejercitamos nuestra fe, un día vamos a tener la fuerza suficiente para pasar la prueba.  Recordemos que Jesus una ves se cayo, cuando lo llevaban cargando la cruz.  Pero el no se detuvo, él se volvió a levantar porque sabia que tenia que cumplir su misión.  Y recuerde que Pedro una ves fallo, pero Jesus fue por él después de su muerte y le dijo que todavía tenia mucho que hacer por el. Así que no vamos a darnos por vencidos.  Vamos a seguir intentando hasta que miremos la victoria en nuestras manos.  Por fe ya la tenemos, pero solo no hay que desmayar.

Lucas 22.31–32 — 31. Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32. pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

Hebreos Capitulo 6 2 - 57-0908E

Esa es la manera que la vida es; lo hace a Ud. apreciar las altas después que Ud. ha pasado por las bajas. Si un hombre Se cae y se queda allí, él es un cobarde. Yo tengo confianza cuando un hombre se levanta y trata otra vez. Correcto. Yo estoy seguro que Uds. saben lo que quiero decir. 

Companerismo - 60-0611B

50. Me fijo, que a medida que El se tambalea y Se cae, y se levanta, y ellos lo están azotando, y golpeándolo, y bofeteándolo, y escupiéndolo a El, y en la cara colgándole escupitajos y... ¡Qué desgracia! Si Uds. únicamente pudieran ver eso, y saber que sus pecados fueron los que hicieron eso. Ese era El tomando el castigo de Uds. Ese era el parachoques que está entre Uds. y Dios en estos momentos. Dios los mataría a Uds. en este momento, porque El no puede mirar la injusticia; pero allí fue hecha una propiciación para nuestros pecados. La sangre había bañado el suelo (desde el inocente Abel hasta–hasta ese tiempo), por medio de cordero, tras cordero, tras cordero, y becerra, tras becerra, tras becerra; pero ahora la Palabra estaba siendo hecha manifiesta. 

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