Guardando La Fe
Esta vida es difícil. Esta vida es una guerra cruel y dura. Y es muy fácil que en esta guerra nosotros olvidemos quienes somos y que es lo que nosotros creemos. Cuando alguien nos hierre o cuando algo golpea nuestra vida, empezamos a soltar los principios y las creencias de donde nos agarrábamos antes con tanta fuerza. Tal ves estamos dispuestos a tolerar mas o tal ves ya no creemos con misma intensidad que creíamos antes, cuando comenzábamos. Pero yo creo que si podemos! Es un reto guardar y tener la misma fe que teníamos antes, pero si podemos! Pablo dijo que el había peleado en la batalla y logro guardar la fe. En otras palabras el no la perdió. El no dejo que menguara. El no permitió que su fe caerá por causa de los golpes de la batalla. Hermano y hermana, van a ver muchas veces cuando vamos a tener que guardar la fe que teníamos cuando comenzamos nuestro caminar con Dios! Sabe, hay cosas que Dios nos ha dado hace años que tal ves ya no lo creemos con la misma intensidad. Porque no tomamos unos momentos en este día y nos hacemos esa pregunta. ¿Estoy guardando la fe que Dios me Dio en algún momento? Creo lo mismo que Dios me revelo hace años? Será que aunque no he visto todo cumplirse todavia podemos guardar la misma fe? Yo creo que si! No soltemos lo que Dios nos ha dado!
2 Timoteo 4
7. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Israel En El Mar Rojo - 53-0326
125. ¡Pablo! Ellos estaban construyendo una guillotina allí, y le dijeron: “¿Sabes lo que es eso, muchacho? Vamos a cortarte la cabeza”. 126. “¿Verdad? Yo he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he Guardado la fe”. 127. “Oye, ¿qué vas a decir antes de morir?”. La muerte dijo: “¡Oh, Judío de nariz aguileña! Sé que fuiste golpeado con azotes, y te bajaron por... y demás, y ellos hicieron esto, y aquello, y lo otro, pero ahora te tengo”. Él miró allí y la muerte le dijo: “Te haré temblar y estremecerte”. Él dijo: “Muerte, ¿dónde está tu aguijón?” 128. El sepulcro allí, y el lodo (ese soldado romano arrojó lodo al aire para apilarlo allí adentro), dijo: “Yo te retendré”. 129. Dijo: “Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? Sepulcro, ¿dónde está tu victoria?”. ¡Mas gracias sean dadas a Dios!”
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